Es un sistema en el que una moneda está vinculada a otra moneda.
La mayoría de estas monedas están vinculadas al dólar estadounidense o al euro.
El objetivo de las autoridades monetarias, en estos casos, es mantener estable el valor de su moneda y evitar fluctuaciones bruscas del tipo de cambio.
Hay una serie de ventajas de un tipo de cambio fijo:
- valor estable
Cuando una moneda está vinculada a otra, los peligros de fluctuación se reducen considerablemente. Esto es particularmente importante para los países con economías más débiles para quienes las fluctuaciones repentinas del tipo de cambio podrían tener consecuencias devastadoras. Vincular su moneda a una moneda más fuerte protege contra tal volatilidad.
- Promueve la inversión extranjera
Una mayor estabilidad de la moneda atrae a los inversores, ya que garantiza que el valor de sus activos no desaparecerá repentinamente debido a la fluctuación del tipo de cambio. Por lo tanto, es más probable que inviertan.
- Ayuda a los gobiernos a contener la inflación
Un tipo de cambio fijo brinda mayor estabilidad a los precios de importación/exportación y protege contra el riesgo de devaluación de la moneda.
- Promueve las exportaciones
Fijar el tipo de cambio ayuda a los gobiernos a mantener el valor de su moneda en un nivel adecuado para respaldar el sector exportador. Esto asegura que el precio de los productos y servicios siga siendo competitivo en los mercados extranjeros.
Los tipos de cambio fijos son positivos para los importadores y exportadores porque minimizan el riesgo cambiario .
Sin embargo, la advertencia es que estas tasas fijas a menudo van acompañadas de controles de divisas que dificultan las transacciones internacionales.