Es el LIBOR para contratos a plazo y futuros denominados en euros. Se utiliza como tipo de referencia al que los bancos pueden tomar prestados fondos denominados en euros entre sí.

 

Cuando se fundó la Unión Monetaria Europea, se fusionaron tipos domésticos como el euro-PIBOR y el euro-FIBOR, creando así uno de los mercados de tipos de interés interbancarios más líquidos.