Se refiere a la diferencia entre el precio del crudo y los precios de los productos refinados.
La relación de distribución típica es comprar 3 contratos de petróleo crudo y vender 2 contratos de gasolina más 1 contrato de combustible para calefacción (3:2:1).
Esta diferencia de precio representa el rendimiento del “craqueo” de 1 unidad de crudo.